Los primeros adoradores del niño Jesús fueron, según la Tradición, los pastores, a quienes durante una noche mientras vigilaban sus rebaños, se les presentó el ángel del Señor, quien les pidió no tener miedo pues anunciaría una gran alegría para todo el pueblo, el nacimiento del salvador, Cristo el Señor.
Entre los pastores habían almas sencillas, a quienes se les hizo el anuncio del nacimiento de Jesús y quienes escucharon como una multitud de criaturas celestiales alababan a Dios diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y paz a los hombres en quienes El se complace.» (Lucas 2, 14). Para luego visitar al niño Jesús y volverse glorificando y alabando a Dios.
En el evangelio de Mateo 2, 10-11, encontramos la adoración de los reyes magos: “Al ver la estrella experimentaron una grandísima alegría. Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre; se pusieron de rodillas y lo adoraron; abrieron sus tesoros y le ofrecieron regalos: Oro, incienso y mirra.″
Aunque los reyes magos no fueron los primeros adoradores de Jesús, representa un suceso emblemático, que da lugar a una fiesta litúrgica muy antigua, incluso antes que la misma Navidad, importante y con un gran significado, como lo ha expresado el Papa Francisco: “La estrella que es capaz de guiar a todo hombre a Jesús es la Palabra de Dios: Es la luz que orienta nuestro camino, nutre nuestra fe y la regenera. Es la palabra de Dios que renueva continuamente nuestros corazones y nuestras comunidades”
El seguimiento de la estrella y su correspondiente ubicación, hacía suponer conocimientos de algún tipo de astronomía de parte de los reyes magos.
El título de reyes se los da Tertuliano en referencia al Salmo 72, 10-11: «Los reyes de Tarsis y de las islas ofrecerán presentes; los reyes de Arabia y de Saba le traerán sus regalos: y todos los reyes de la tierra le adorarán».
También lo dice el profeta Isaías 60, 1-6: «Caminarán los pueblos a tu luz y los reyes, al resplandor de tu aurora…vendrán todos los de Sabá trayendo incienso y oro, proclamando las alabanzas del Señor.»
Eran llamados magos porque en la antiguedad mago significaba sabio. Luego los nombres Melchor, Gaspar y Baltazar eran nombres que se daban en el lugar de donde venían.
En la Biblia se habla de unos magos que venían de oriente, sin mencionar cuántos eran, pero el sabio Orígenes fue quien propuso que eran tres magos, en base a los tres obsequios entregados.
Los obsequios entregados tenían su significado, Oro, porque Jesús es Rey y el oro era un regalo apropiado para reyes, luego el incienso por ser Dios, ya que historicamente se ha acostumbrado a quemar incienso en honor de los dioses y Mirra por ser hombre, ya que ésta era utilizada para embalsamar a los muertos, símbolo de humanidad y representaba a su vez un anuncio de su pasión y muerte.
En nuestra parroquia San Sebastián Mártir, Ayutuxtepeque, El Salvador, celebramos la solemnidad de la Epifanía (Manifestación del Señor) el pasado domingo 3 de enero, con Misa celebrada por el párroco José Antonio Guerrero Luna, quien nos decía que es una fiesta de gozo, alegría y entusiasmo. Estamos llamados a llevar esta noticia que la muerte ha sido vencida, que el Señor a traido la luz.
Los Reyes Magos representan a la humanidad, Jesús nace para todos.
Los reyes guiados por una estrella hasta Belén, la cual a nosotros también debe llevarnos hacia Jesús, para postrarnos ante Él y adorarle, ponernos a su servicio y hacer su voluntad.
Reflexionaba sobre si los regalos deben ser para nosotros o para Él, siendo nosotros quienes debemos ofrecerle a Dios un presente que le agrade.
La luz de la estrella representa al Espíritu Santo, que en nosotros se manifiesta como discernimiento para descubrir la verdad plena que es Cristo y quien da sentido a la existencia, conociendo que es lo que si viene de Dios y que no.
Finalmente exhortaba a no servirnos de Dios, si no más bien a ponernos a sus pies, para servirle y adorarle.
Homilía Completa del Padre José Antonio Guerrero Luna.
La parroquia San Sebastián Mártir, también recibió la visita de los Reyes Magos para adorar al niño Jesús y alegrar especialmente a los niños y todos los presentes.
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El suceso de los reyes magos lo encontramos en el evangelio, pero también está documentado científicamente. El 17 de diciembre del año 1603, Johannes Kepler, astrónomo, físico y matemático alemán, al observar con un telescopio desde el castillo de Praga y realizar cálculos profundos, descubrió que hubo una conjunción de Júpiter y Saturno, en la constelación de Piscis en el año 7 antes de Cristo, dicha conjunción, era la estrella que los reyes magos vieron y siguieron.
Sin embargo la luz de esa estrella, representa más que un mero suceso astronómico, es la luz de Dios, en su hijo Jesús, quien nace para toda la humanidad, a quien se revela de forma sobrenatural, plena y auténtica para la liberación y salvación de todos.
El Papa Francisco remarca que el viaje que realizan los Reyes Magos es “un viaje del alma, como un camino hacia el encuentro con Cristo”. Y “ellos están atentos a los signos que les indican la presencia; están cansados por afrontar las dificultades de la búsqueda; son valientes en las consecuencias de la vida derivadas del encuentro con el Señor”.
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AdoremosAlSantisimo.org, festeja hoy su primer aniversario, hace 365 días que da inicio este proyecto y será Dios quien permita continuarlo si es Él quien ha obrado y se ha manifestado.
Feliz día de Epifanía, manifestación gloriosa y luminosa de nuestro Señor Jesucristo.
Agradezcamos el infinito Amor y Misericordia de nuestro Señor.
Que la fe y la esperanza se mantengan presentes en sus corazones.
El niño Jesús Bendiga sus familias, amigos y seres queridos en este día tan especial.
¡Amén!
Escrito por colaborador de AdoremosAlSantisimo.org
Fuentes Bibliográficas: Aciprensa, EWTN, Catholic.Net, Apologeticacatolica.org, Zenit y El Diario de Hoy.